3/25/2007

El Deseo de agradar

Un joven escritor me decía el pasado viernes:

- ¿pero y si lo que escribo no le gusta al jurado?

- Ese ya no es asunto tuyo. Tú, ocúpate de escribir.

- Pero...

- ¡Nada!, de lo único que tú tienes control es de escribir y eso es lo que tienes que hacer consistente y disciplinadamente. Olvídate de los premios y olvídate de los resultados.

3/21/2007

Conversaciones (no con Dios) sino con las personas

Hoy tuve tres conversaciones interesantes:

- La primera fue esta mañana temprano antes de irme al trabajo. Hablaba por teléfono con un amiga (larga distancia) que me contaba que en ocasiones se sentía triste y aunque deseaba llamar a alguna amiga para ir a visitarla, se eximía de hacerlo por temor a sospecharan que algo le pasaba por andar llamando a alguien un Domingo en la tarde y para no sobrecargar a sus amigas con sus problemas.

Ella está pasando por un período difícil ya que se acaba de divorciar después de 30 años de casada. Ahora vive sola.

Le dije que lo importante no es lo que piensen otros sino estar consciente de nuestras emociones y sentimientos. Saber por qué hacemos las cosas. Buscamos a nuestros amigos para compartir y si lo que tenemos para compartir es nuestro sentimiento de soledad, pues eso es lo que hay y no tenemos que avergonzarnos de ello. Al contrario, pienso que cuando mostramos nuestras debilidades a nuestros amigos nos acercamos mas a ellos. Cierto que tenemos que resolver nuestra soledad nosotros solitos, porque nadie va a llenar nuestros vacíos. Pero ¿para qué reprimirnos de buscar compañía si eso no va a resolver nuestra soledad?

- La segunda conversación fué con una compañera de trabajo. Ella es cristiana de la iglesia Bautista. Ella sabe que yo no soy creyente pero sabe también que sí lo fui. Es por ello que me pide que le recomiende libros cristianos para leer. Yo le recomiendo libros de dos autores que fueron mis favoritos: David Yoggi Cho y Watchman Nee. Ella está fascinada con lo que lee. Hoy me decía: "¿como es posible que tú ya no creas?" y a continuación: "no pierdo la esperanza de que vuelvas al evangelio y asistas a una iglesia cristiana"

Mi respuesta fue: no creo porque yo no necesito creer, me basta saber. Considero que las religiones son muletas espirituales que la mayoría de las personas necesitan para llevar su vida. Necesitan a alguien que los guíe, que los aconseje, que le muestre el camino. Yo he aprendido que nadie me puede guiar excepto yo misma. No tengo miedo a equivocarme en mi caminar, si me equivoco rectifico y sigo adelante. Tu deseo de que vuelva a la iglesia lo comparo con un paralítico que ha logrado caminar sin muletas y que le digamos que vuelva a usarlas.

- La tercera conversación fue con una clienta que frecuenta la librería (por cierto me llevó 7 diferentes clases de te para los 7 chacras... bueeeeeeeeeno).
Me invitaba a que asistiera a un taller de budismo que se llevará a cabo próximamente.
Le dije que prefería no ir, pues ya había participado bastante en diferentes tipos de creencia y que prefiero en la actualidad ser mi propia guía.
Me dijo en buena forma: "entonces, ya lo sabes todo".
Le respondí: no lo se todo y hubo una época en que deseaba encontrar un gurú, algún maestro espiritual que me guiara, pero me he dado cuenta que no hay tal cosa, cada cual ha de hacer su propio camino.
Lo que necesite saber, lo sabré y para ello no necesito siquiera leer un libro.
Lo importante para mí, es mantener viva la llama de la búsqueda constante de la verdad acerca de mí misma.
Mientras mas me conozco, mejor comprendo a los demás.